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En el ahorro de largo plazo e inversiones el tema es el tratamiento fiscal, no los rendimientos. Usualmente pensamos que el diferenciador en los servicios de ahorro e inversión es el rendimiento. Y de hecho la publicidad de bancos y plataformas de inversión está centrada en una carrera de rendimientos, que en la práctica solo difieren en una mínima proporción.
De ahí que el ahorrador compare los productos de ahorro solo en función del rendimiento.
Tratamiento fiscal: la clave está en el plazo
En el ahorro de largo plazo (como los fondos de retiro) el tratamiento fiscal tiene una función más relevante que los rendimientos.
Los rendimientos del mismo tipo de activos (por ejemplo, CETES) son iguales entre instituciones, con pequeñas diferencias por las comisiones y otros gastos que cobre la institución.
No obstante, el pago de impuestos sobre las ganancias es diferente según el plazo y objetivo del ahorro.
En tanto que el ahorro en renta fija tiene una tasa de impuesto anual, que varía cada año según lo determina la Ley de Ingresos de la Federación, el ahorro de largo plazo tiene beneficios fiscales atractivos que superan en ocasiones a los propios rendimientos.
Si tienes claro el objetivo de tu ahorro podrás obtener el mejor retorno si aprovechas el tratamiento fiscal adecuado para tus fines.
Plan Personal de Retiro
Así, si tu objetivo es formar un capital para tu retiro que esté alineado a tu carrera profesional, un Plan Personal de Retiro que sea deducible hasta edad 65 te permite recuperar vía impuestos un porcentaje mayor a cualquier rendimiento que pudieras obtener con tus aportaciones.
Este producto financiero tiene como requisito un plazo mínimo de cinco años, y contar con por lo menos 65 años al vencimiento del plan.
Planes a edad 60
Por otro lado, si tu objetivo es a edad 60 puedes aprovechar la exención de impuestos que concede el Art. 93 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, y el ahorro de impuestos por sí mismo incrementaría notablemente el retorno de tu ahorro.
Para hacerte acreedor a este beneficio tu plan debe tener un plazo mínimo de cinco años y tú debes alcanzar los 60 años.
Incluso, en planes que no alcancen edad 60 puedes diferir el cálculo del impuesto, beneficiándote de reinvertir los rendimientos libres de impuesto, y calcular impuesto solo si efectúas algún retiro parcial o total antes de edad 60.
Así, si lo que buscas es formar capital con el mejor retorno no te centres solo en el rendimiento. Asesórate para desarrollar un plan de ahorro o inversión con el tratamiento fiscal adecuado para tus objetivos.
Lo importante está en los impuestos.